Reportaje periódico Italia “ Gioia”
En Minsk siempre es más difícil encontrar un buen marido
Son educadas, cuidadas y tienen carrera pero no encuentran el amor porque sus hombres “son poco fiables”. Por ese motivo en Bielorrusia prosperan las agencias matrimoniales donde las mujeres buscan una pareja extranjera. Nada de miedo, pero. “¿Los italianos? Demasiadas palabras y pocos hechos”.
A los hombres italianos les gustan las mujeres del Este. Lo confirman los datos del Estado: en 2009 en Italia fueron celebrados unos 32 mil matrimonios donde por lo menos un miembro era extranjero, en total el 14%. Pero a diferencia de las mujeres italianas que prefieren las parejas del norte de África (Marruecos – 20%, Túnez – 8,2% y Egipto – 4,4%), los hombres se juntan preferentemente con las mujeres del Este. A excepción del Brasil (9%), en los primeros puestos figuran Rumanía (15,5%), Ucrania (10,2%), Polonia (7,2%), Federación Rusa (5,6%) y Moldavia (5,3%). El fenómeno ruso se ve evidente por el boom de las agencias matrimoniales especializadas en las relaciones entre los hombres occidentales y las mujeres de la Europa del Este. Algunas de estas agencias tienen una red internacional que conecta las agencias italianas con las del Este.
Una competencia explicada
go2minsk.com es la agencia más grande de Minsk, la meta de la cual es unir felizmente a las mujeres bielorrusas con los hombres occidentales. En su oficina me encuentro con Galina Pinchuk que dirige esta agencia con unas 800 mujeres inscritas. Ella me recibe con algunas chicas inscritas en la agencia. Hablan muy bien inglés, lo que indica su alta educación, y tienen un buen puesto de trabajo, lo que indica que no están en búsqueda de un hombre que les mantenga, lo que se suele pensar erróneamente. También son atractivas, sin embargo han decidido confiar su destino sentimental en las manos de una agencia.
“Para una mujer de mi edad es difícil encontrar una pareja”, explica Liudmila Kalko de 34 años que lleva inscrita en la agencia desde el agosto pasado. Es procedente de un pueblo que tiene un nombre romántico, Glu-bokoe: “Es un lugar maravilloso, rico en lagos, que he tenido que dejar por trabajo”. En Minsk está trabajando de subgerente en una agencia publicitaria. “Somos la mayoría: se considera que para cada 10 mujeres hay unos 7-8 hombres”, dice ella. “Además el sexo masculino se cuida poco de su aspecto y a menudo son adictos al alcohol, así que muchos mueren jóvenes”.
El predominio numérico del sexo femenino es uno de los motivos por el cual las mujeres bielorrusas están elegantes, maquilladas y subidas a los tacones vertiginosos desde las ocho de la mañana. La competencia es feroz. “Me he inscrito para ampliar la búsqueda”, explica Liudmila, “no importa de dónde sea la pareja potencial, es suficiente que sea el correcto”.
La candidata ideal
Los hombres a menudo buscan una valquiria rubia pero no siempre es el prototipo ideal. “Es difícil definir qué tipo de mujer tendrá más suerte en la búsqueda”, explica Galina. “Basándose en mi experiencia diría que es una mujer de unos 30 años, separada, con un hijo o sin hijos, a menudo con un buen puesto de trabajo”. Es la descripción de Irina Proxorenya: tiene 35 años, trabaja en el laboratorio de micro-biología y transplantología de un hospital de pediatría de la capital. Ha estado casada y tiene un hijo de ocho años.
Ella no ha perdido la esperanza de encontrar el hombre de su vida. “En comparación con otros países europeos donde a menudo las familias siguen juntas sólo por los hijos, aquí se divorcian más fácilmente”, comenta Irina. “Me he separado porque los sentimientos se han ido. Soy una madre atenta pero también soy una mujer y quiero reconstruir mi vida con un hombre que me hará de nuevo latir el corazón”. Desde que está inscrita en la agencia se ha encontrado con varios hombres pero no ha habido chispa todavía: “He recorrido casi todo el mundo sin moverme de Bielorrusia: he conocido a italianos, holandeses, franceses, alemanes y hasta neozelandeses. Conocer a los hombres de diferentes países ha acabado con muchos mitos: me he quedado asombrada con los alemanes que tienen fama de ser pedantes y “abrochados”. Sin embargo ellos tienen buen sentido de humor”.
Las charlas de los italianos
Lo que se refiere a los hombres italianos, Liudmila e Irina están de acuerdo: demasiadas palabras y pocos hechos. “Los italianos son muy caballerosos pero desgraciadamente he notado que les caracterizan más palabras bonitas que hechos”, cuenta la primera. “Se dedican a hacer conmovedoras declaraciones de amor que hacen sentir a la mujer en el séptimo cielo, pero después cambian de opinión. Eso no significa que no sean sinceros sino que son muy caprichosos: al día siguiente pueden considerar a otra chica “la mujer de su vida”. Liudmila habla con el conocimiento de la causa: “He conocido a un hombre y he estado en contacto con él, hasta que he entendido que hacía lo mismo con otras, así que lo he dejado y espero ahora a mi príncipe azul”. Irina le hace eco: “Los italianos no son muy fiables: en el primer encuentro ellos te sorprenden, están llenos de intenciones y te hacen sentir una reina. He aprendido a ser prudente: no siempre estos grandes gestos tienen continuación”.
Parece que Verónica Podgorod de 25 años no debería necesitar una agencia para encontrar una pareja: alta, delgada, bien compuesta, con grandes ojos verdes y largo cabello oscuro en la cabeza pensativa. Ella también está laureada, es asistente personal del gerente de una empresa, habla un inglés fluente e incluso japonés. Sin embargo ella también ha caído víctima del encanto italiano. “Me he inscrito en la agencia en febrero porque trabajo mucho y tengo poco tiempo para diversión. Salgo poco y no me gustan los locales nocturnos y las discotecas”, explica. “He conocido a un abogado italiano de 38 años. Era un verdadero caballero y me ha gustado rápido, por eso he rechazado las ofertas de la agencia de otros hombres que querían conocerme. Hemos estado en contacto durante un mes y después nos hemos perdido de vista y esto me ha desagradado”.
El problema de la distancia
Verónica toca un lado doloroso: es difícil mantener viva la relación a distancia, hace falta una buena dosis de paciencia y también mucho dinero. Diversas relaciones naufragan en espera de visados necesarios y por causa de los desplazamientos costosos. “la mayor parte de las inscritas en mi agencia tienen un alto nivel de educación y un buen trabajo, muchas de ellas son gerentes y esperan una pareja que esté a su nivel”, afirma Galina. “No es tan importante que tengan un cierto nivel sino que entiendan la necesidad de la mujer de ser realizada como en el trabajo tanto en la familia, y que tengan medios económicos para mantener una relación a distancia”. Irina también está convencida de esto: “Importa también la parte material, no sólo la sentimental. Hay que ser realistas: muchas mujeres que tienen una buena posición cuando se trasladan no encontrarán un trabajo igual de prestigioso. A menudo los hombres son sordos en cuanto a este tema, no entienden que una mujer acostumbrada a trabajar, a pesar de ser feliz de tener una familia, sentirá la falta de su profesión, sobro todo si la ama mucho”.
Encontrar un hombre fiable
La buena posición, sin embargo, no está en la cima de las preferencias de las inscritas en la agencia de Galina: la demanda más común es la fidelidad. Por eso de costumbre eligen a los hombres más maduros. “Muchas de las inscritas en mi agencia ya tienen detrás un matrimonio que no ha funcionado y no quieren juntarse con una persona que busca aventuras fáciles”, explica la titular. Es lo que Liudmila pidió cuando se inscribió en la agencia: “Estoy buscando un hombre con las intenciones serias porque si decido seguirlo a su país, él tendrá que sustituirme todo mi mundo: familia, amigos, trabajo. El aspecto no es fundamental en eso, pero los italianos son los favorecidos: he conocido a uno que no era demasiado atractivo pero tenía tanta fuerza magnética que en pocos minutos lo encontraba encantador y hasta guapo!”
Casarse por amor
No todas las bielorrusas quieren dejar su propio país. “Es un falso mito común: algunos hombres se han establecido aquí. Es verdad que son la minoría”, continua Carolina. Olga Zagoruyko, ucraniana, en cambio, ha dejado su tierra por amor y ha creado un business de éxito en Italia. Ha conocido a su marido Umberto, originario de Avellino, durante las vacaciones en nuestro país y se ha quedado aquí, fundando la agencia Oyuskina debido a numerosas peticiones de los amigos que le pedían insistentemente presentarlos a algunas amigas. Hoy día entre las inscritas en la agencia, que dispone de una red de filiales extranjeros en Ucrania, Rusia y Bielorrusia, figuran unas 500 mujeres. Las agencias locales garantizan la identidad de la chica mediante el control de los documentos y una larga entrevista. Para las mujeres el servicio es gratuito, mientras que para los hombres el coste, que comprende la búsqueda de la pareja potencial y la traducción de las cartas y los correos electrónicos, llega a 500 euros por tres meses. Pero Olga está convencida de que los que contratan estos servicios tienen las intenciones serias: “Si la persona sólo busca el placer sexual no necesita dirigirse a la agencia ni recorrer tantos centenares de kilómetros solicitando costosos visados.”
¿Qué explica entonces el porqué tantos hombres italianos prefieren a las mujeres del este a pesar de continuos retrasos de visados y permisos? “Muchos dicen que las mujeres italianas son muy materialistas, emancipadas y concentradas en su carrera”, asegura Olga. “Por otro lado, en la Europa del Este una considerable diferencia de edad entre la pareja es normal: los hombres, en promedio, tienen 7-12 años más que las mujeres, pero hay casos cuando la cifra se duplica, de todas maneras yo aconsejo no superar los 15 años porque diferentes experiencias en la vida tienen su peso. Pero lo dejo en sus manos.
Guapas y espontáneas
Cristian Bisogno de 37 años, gestor de un agro-turismo a poca distancia de Salerno, inscrito en la agencia Oyuskina, ofrece un punto de vista diferente: “A pesar de ser guapísimas, las chicas de Este son simpáticas, más espontáneas, mientras que en Italia una mujer atractiva siempre quiere salir con la suya y elegir estrictamente a los hombres que pueden acercarse a ella”. Cristian tiene una novia de origen ucraniano que se llama Diana, llevan dos años juntos y está convencido de que ha hecho buena elección a pesar de que piensa que todavía es temprano para dar el paso grande. Actualmente viven a la distancia de centenares de kilómetros y hacen saltos mortales para encontrarse. “Claro que nuestro sueño es casarnos pero la verdad es que no sé qué pasará mañana”, admite Cristian. “El hecho de habernos conocido a través de una agencia que nos ha considerado compatibles no significa que no tengamos problemas como cualquier otra pareja”.
Los asuntos de amor: esas son las cifras
Las agencias matrimoniales mueven unos 30 millones de euros. En marzo de 2011 en Italia había unas 385 agencias activas con la mayor concentración en la provincia de Torino (9,4%), Roma (4,4%) y Milano